Científicos anticipan posible llegada al país de extrema variante climática, algo que no ocurre hace 6 años
Científicos anticipan posible llegada al país de extrema variante climática, algo que no ocurre hace 6 años
Los efectos climáticos de La Niña costera pueden ser tan o más importantes que los de La Niña global, pero a un nivel local, tal como ocurrió con la Niña costera de 2018 en comparación a la débil Niña global de 2017-18.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que La Niña costera se configura cuando la zona del Pacífico tropical, inmediatamente frente a las costas de Ecuador y el norte de Perú, “presenta valores bajo típicos. Técnicamente esta zona, es un cuadrado de 1000 km de lado, y se conoce como zona 1+2″.
Cordero aclara que La Niña global marca mas fuertemente su presencia en el invierno, especialmente para Chile. “En el verano es un poco diferente y ahí influye más La Niña costera. Pero en el invierno, que es lo que viene, es más influyente en Chile central, El Niño o La Niña global”.
“El Niño se configura cuando el Pacífico tropical presenta temperaturas sobre valores típicos, mientras que La Niña cuando la misma zona presenta valores bajos típicos. En este momento nos encontramos en una fase de transición en la que El Niño está remitiendo y se pronostica un evento de La Niña para la segunda mitad de este año”, añade.

Como el Pacífico tropical es enorme, existen varias zonas de particular interés. Dos de la zonas más relevantes para Chile son la zona 3.4 y la zona 1+2. “La temperatura en la primera configura El Niño o La Niña global, mientras que la temperatura en la segunda determina El Niño o La Niña costera. La temperatura en ambas zonas se encuentra correlacionada, es decir, cuando hay una Niña global, en general, también hay una Niña costera”, explica el Climatólogo.
Sin embargo, suele ocurrir un desfase. “A veces La Niña se presenta primero en la zona 3.4 y después lo hace en la zona 1+2, o a veces lo hace solo en una de ambas zonas. Las precipitaciones en Chile central son en general más sensibles a la temperatura superficial en la zona 3.4, pero la temperatura en la zona 1 + 2 también puede jugar un rol”, señala Cordero.
“Por ejemplo, el año más seco en la zona central en los últimos 50 años fue 2019. Ese año no estuvo marcado por una Niña global, pero sí por una intensa y corta Niña costera. Es decir, la temperatura en la zona 1 + 2, estuvo bajo valores típicos durante el segundo semestre de 2019. Es probable que esa corta, pero intensa Niña costera haya contribuido a hacer de ese año, uno de los años más secos jamás registrados, solo comparable con1968 y 1998″, sostiene el académico de la Usach.
Comienza a aparecer lentamente: podría golpear a Chile en los próximos meses
El fenómeno de La Niña comienza a aparecer lentamente en nuestro horizonte, dejando atrás poco a poco al fenómeno de El Niño, el que se encuentra en una etapa final, una etapa de debilitamiento.
“La Noaa estima que hay un 55% de probabilidades de que en la segunda mitad del año se desarrolle La Niña, fenómeno que tiende a moderar las temperaturas. Este período del año debería ser menos caluroso que el primero”, explica Cordero.
Con la posibilidad concreta de que se registre un nuevo capítulo de La Niña en Chile, Cordero revela que esto ya ocurrió y con características similares hace un siglo, en 1924. Se trata de una desconocida sequía que azotó a Santiago y la zona central hace 100 años debido al fenómeno de La Niña. El evento climático se extendió desde la Región de Valparaíso al Ñuble.
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