Armados con machetes, botellas y piedras, los habitantes de los suburbios en las colinas de la capital haitiana se alzaron el viernes contra las pandillas que los acosan, un día después de que una multitud linchó a 13 presuntos pandilleros en un cruento acto de violencia por parte de la población civil.
Cansados de depender de un departamento de policía que sufre falta de personal, decenas de hombres del vecindario Canape Vert de Puerto Príncipe pasaron la noche sobre los techos y patrullando los accesos a su comunidad, los cuales bloquearon con grandes camiones pintados con la leyenda "Abajo las pandillas".
"Planeamos luchar y mantener a estos salvajes fuera de nuestro vecindario", dijo Jeff Ezequiel, un mecánico de 37 años, en declaraciones a The Associated Press. "La población está harta y frustrada".
La brigada improvisada es el más reciente ejemplo de los crecientes intentos de los haitianos para combatir a las pandillas por su propia cuenta. A principios de este año los residentes de otras partes de Puerto Príncipe y de la región central de Artibonito —las cuales han resultado sumamente afectadas por la violencia del crimen organizado— lincharon a supuestos miembros de pandillas.
Hasta ahora, Canape Vert y el vecindario cercano de Turgeau — donde se encuentra un hotel de una importante franquicia y una universidad local — habían evitado en buena medida la violencia provocada por las pandillas que ha estado consumiendo a la capital y sus inmediaciones desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Naciones Unidas estima que las pandillas controlan actualmente hasta el 80 % de Puerto Príncipe.
"Es alarmante la expansión de las pandillas hacia zonas que antes eran consideradas seguras", indicó el Consejo de Seguridad de la ONU en un reporte dado a conocer el martes.
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