El mundo está repleto de lugares únicos, como por ejemplo el Pozo Superprofundo de Kola creado por los rusos para llegar a la Discontinuidad de Mohorovičić. Otros parecen sacados de películas de fantasía, como esta playa negra con auroras boreales. Y como nunca es un mal día para descubrir uno nuevo, hoy el turno es para Sealand, una micronación autoproclamada en la que no hay más de media docena de personas, pero cuenta con rey, bandera y moneda propia.
Sealand o el principado de Sealand se rige por una monarquía constitucional, parlamentaria y unitaria. Su actual príncipe es Michael Bates, quien sucedió a su padre, Paddy Roy Bates, tras su muerte en 2012. Este lugar es una plataforma marina situada en el mar del norte, un mar margina del océano atlántico. La plataforma en cuestión se ubica a unos 10 kilómetros de distancia de la costa de Suffolk (Reino Unido).
Roughs Tower, que es el nombre que recibía la plataforma antes de convertirse en Sealand, fue construida durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora, sus dirigentes reclaman la soberanía del territorio, aunque por el momento no ha sido reconocida por ningún país. Al interactuar con el Gobierno de Reino Unido, en Sealand consideran que se constituye reconocimiento de facto.
Con poco más de 550 metros cuadrados, Sealand recibe visitantes y ha llegado a albergar a más de 300 personas de forma simultánea, aunque en la actualidad no vive prácticamente nadie en la zona. La divisa es el dólar de Sealand, moneda que tampoco está reconocida por ningún otro país. Como curiosidad, el alpinista profesional Kenton Cool clavó una bandera de Sealand en la cima del Monte Everest.
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