El gobierno de Estados Unidos anunció el viernes que notificó a cientos de empleados de la radio pública Voice of America (VOA), que ya no está al aire, su despido definitivo por los recortes presupuestarios masivos de la administración federal.
Antes de la suspensión, VOA, con sede en Washington, transmitía en 49 idiomas a una audiencia estimada de 354 millones de personas cada semana.
Los 639 empleados notificados estaban en suspensión administrativa y verán el fin de sus contratos a inicios de septiembre, indicó en la red X Kari Lake, designada por el presidente Donald Trump para supervisar la agencia de medios globales (USAGM).
"Fue un esfuerzo largamente esperado para desmantelar una burocracia inflada y sin rendición de cuentas", añadió Lake.
Unos 1.400 cargos fueron eliminados, y solo 250 seguirán activos en la USAGM, luego de que el gobierno hiciera a los empleados ofertas de salidas anticipadas voluntarias y despidiera a contratistas.
Lake dijo en un comunicado que trabajaría con el Congreso y el Departamento de Estado para "asegurarse de que la narración de las historias de Estados Unidos sea modernizada, efectiva y en línea con la política exterior".
Los despidos masivos incluyen a periodistas del servicio en persa que retomaron sus labores brevemente luego de los ataques de Israel contra Irán, hace una semana.
Entre los 250 cargos que se mantienen en la USAGM figuran empleos en Voice of America y en la Oficina de Radiodifusión de Cuba (OCB) que administra la Radio y Televisión Martí, destinada a la isla comunista.
Creada durante la Segunda Guerra Mundial, VOA tenía como misión la "promoción de la democracia" en conjunto con otros medios como Radio Free Europe, Radio Free Asia y la Oficina de Radiodifusión de Cuba.
En marzo, Trump firmó un decreto que clasificó a USAGM entre los "elementos inútiles de la burocracia federal".
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