El Ministerio de Agricultura de la República de Corea confirmó la entrega de 24.600 toneladas de arroz destinadas a programas de asistencia alimentaria en Cuba, con el objetivo de aliviar la situación de las personas en condiciones de mayor vulnerabilidad socioeconómica en el país.
La donación fue oficializada a través del Sistema de Naciones Unidas en Cuba y se canaliza mediante el Programa Mundial de Alimentos (PMA), institución que integrará este cargamento dentro de los esquemas de distribución que ya operan en la isla. La ayuda se ejecutará de manera progresiva, ajustándose a la logística por puertos de entrada y destinos internos, en coordinación con las agencias humanitarias.
Una primera parte del cargamento ya fue descargada en el puerto de Santiago de Cuba, en el oriente de la isla, lo que permitirá duplicar durante cinco meses las cuotas de arroz que el PMA entrega en esa región, donde confluyen altos niveles de vulnerabilidad social y limitaciones en el acceso regular a productos básicos, agravadas por la situación económica y las deficiencias logísticas internas.
La distribución en el oriente se realizará bajo los mecanismos habituales del programa humanitario, priorizando grupos previamente identificados por las agencias de Naciones Unidas, y enfocándose en personas y hogares con necesidades alimentarias urgentes.
El volumen restante del donativo llegará por el puerto de La Habana y desde allí se distribuirá hacia el resto de las provincias cubanas, con el propósito de duplicar las entregas dirigidas a la población beneficiaria fuera del oriente. Según las autoridades implicadas, la modalidad prevista para ese segmento es de carácter bimestral y se extenderá por un período de un año, lo que permitirá mantener una entrega estable en el tiempo, aunque limitada a los grupos incluidos dentro de los programas de asistencia del PMA.
Hasta ahora, las autoridades no han detallado los volúmenes asignados por provincia ni los calendarios exactos de distribución, aspectos que suelen ajustarse en función de la logística interna y la disponibilidad de transporte en cada territorio.
La ayuda surcoreana se enmarca, además, en la necesidad de reforzar la capacidad de respuesta ante emergencias recientes, incluidos los daños provocados por fenómenos meteorológicos como el huracán Melissa, que obligaron a incrementar esfuerzos temporales de asistencia alimentaria para familias afectadas por pérdidas de viviendas, interrupciones en la cadena de suministro y afectaciones a la producción local de alimentos.

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